Bajando revoluciones

Sentarme a escribir estas líneas definitivamente no ha sido nada fácil. Les confieso que ha sido con mucho temor, pero con gran valentía, que he podido darle a las teclas de mi computadora para que finalmente esto salga plasmado y por ende puedan leerlo.

Se trata de reconocer que no siempre se puede ir a la misma velocidad o con las mismas revoluciones y que cada persona puede reaccionar diferente a lo que se le presenta. Siempre he sido una persona de esas que va a mil por hora o al menos que intenta vivir de esa manera. Soy bastante aplicado y organizado por lo que realmente se me hace bastante fácil manejarme con rapidez y puedo llegar a no darme cuenta del efecto negativo que puede causar en otros.

Sin embargo, las otras noches, y de la manera menos esperada, una persona me hizo hincapié en que debía "slow down", lo que significa bajar revoluciones o ser más pausado. No se por qué pero definitivamente fue un gran choque el que sentí. No me esperaba eso ni mucho menos. No me había dado cuenta que lo que estaba ocurriendo era que finalmente esa rapidez no estaba dando los resultados esperados y que lejos de ayudarme, me estaba causando problemas.

Aún así preferí entender su planteamiento y me di cuenta que ciertamente ya era hora de tomar las cosas con más calma, de pensar, analizar y hacer lo que fuera necesario para disfrutar más. No les voy a negar que de ese día para acá he comenzado a adaptarme un poco y he puesto de mi parte para funcionar "slow down".

El resultado de disminuir esa velocidad aún es desconocido, sin embargo tengo que reconocer que definitivamente tiene mucho sentido eso de ir con calma. La reacción fluye mejor y por ende me siento todavía más a gusto en lo que al tema respecta.

Desconozco si en este caso el bajar revoluciones tendrá los resultados deseados, sin embargo estoy seguro que esta experiencia de vida me ayudará a que mi futuro sea uno más prometedor y exitoso.